1. Protege tus ojos. No leas más de 30 a 40 minutos sin relajar tus ojos. Mientras lees descansa tu vista mirando a la distancia (cada 20 ó 30 minutos). Los lectores apasionados a menudo cometen el error de leer sin hacer pausa.
2. Técnica de concentración. Domina las técnicas de concentración.
3. Optimizar la lectura veloz. No leas todo con una misma rapidez. La velocidad de la lectura tiene que estar de acuerdo con el grado de dificultad de esta. Por ejemplo puedes leer periódicos o novelas más rápido que textos científicos.
4. Control de lectura. Observa y divide el tiempo que utilizas para diferentes tipos de textos. Por ejemplo constata que siempre lees 50 páginas de una novela, de un texto científico y de un periódico, 20 páginas de un manual, 5 definiciones de un diccionario, 5 palabras nuevas con sus definiciones de un diccionario de lengua extranjera.
5. Vocabulario. Aumenta siempre tu léxico. La riqueza de tu vocabulario da las pautas para entender rápido lo que lees. Un jurista es capaz de leer textos jurídicos difíciles al igual que una persona que lee novelas de fácil entendimiento.
6. Memoria. Ejercita tu memoria cada vez que puedas. Mientras puedas visualizar las imágenes más rápido significa que entenderás lo leído. Durante la lectura visualizamos los contenidos inconscientemente (los convertimos en imágenes) debido a esto mientras leemos aumenta nuestro entendimiento y rapidez.
7. Levanta tu Ánimo. No te desanimes! Conoce el comportamiento del cerebro mientras lees. La adquisición de nuevos conocimientos se realiza por etapas, es decir, que después de un periodo de aprendizaje el cerebro experimenta el primer nivel de aumento (por ejemplo notamos una velocidad de la lectura) después sigue un periodo de descanso donde notarás que a pesar de muchos ejercicios el aprendizaje está en el mismo nivel.
Después de un momento continua la siguiente fase de aumento. Durante ese nivel se establece una conexión de neuronas en nuestro cerebro. En estos casos tenemos que practicar siempre, pues continúa el siguiente nivel de aumento. Así aprendemos siempre de una forma continua.
8. ¿Cómo estás leyendo actualmente? Intenta observar tu comportamiento mientras lees para eliminar eficazmente los factores que te interfieren. Observa si regresas siempre al comienzo del texto, si vocalizas bien o mal, si estás desconcentrado o si estás pensando en otras cosas.
9. Información existente. Trata mientras lees de estar activo, pregúntate: ¿Qué sabes ya del tema? ¿Conoces lo leído de otras fuentes? ¿Es verdad lo que dice el autor? ¿Existe ya la misma tesis o antítesis?
10. Recuerda lo siguiente: Quién lee de forma activa, entiende y se da cuenta mejor de las cosas que un lector pasivo.
11. ¿Cuáles son tus expectativas? Escribe lo que esperas de una lectura rápida y cuáles son tus objetivos.
12. Notas. Anota las ideas más importantes, los métodos y ejercicios. Una de las mejores formas de anotar es haciendo los mapas mentales. 13. Fíjate plazos. Señala plazos para tus objetivos. Sería más fácil ver tus progresos si anotas cuanto tiempo necesitas para llevar a cabo tus metas. Lo más importante es que seas consecuente respecto al tiempo señalado. Puede ser una semana, un mes o 3 meses, eso depende de ti. Para esto te puede ayudar nuestra página de como organizar tú tiempo.
14. Ritmo - ejercicios. Organiza tu propio ritmo de repetición. Identifica cuanto tiempo necesitas diariamente para hacer una lectura rápida, es decir, 20, 30 minutos o una hora.
15. Decididamente a aprender. Desarrolla tus capacidades intelectuales con ayuda de ejercicios de creatividad, ejercicios de lógica. Mientras aumentan tus habilidades de aprendizaje automáticamente lograrás también más en otros ámbitos de la vida.
16. El pensamiento positivo ¡Motiva! Piensa siempre que si quieres algo entonces lo lograrás. Sólo es una pregunta del tiempo cuando sucederá.
17. Más entrenamientos. Aprovecha tu cerebro e inteligencia, mira las técnicas y métodos: Nemotécnicas, y otras técnicas de la memoria.
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