domingo, 2 de febrero de 2014

Folleto para maestros sobre acoso, hostigamiento y violencia escolar




¡NIÑO! NO GOLPÉES A TU COMPAÑERO…¡VIOLENCIA NO!

FOLLETO PARA PROFESORES Y PADRES SOBRE ACOSO ESCOLAR

El drama de hoy en las escuelas y en los colegios...

Detección, identificación, intervención y prevención de este grave problema…

Es verdad que hoy en día se han disparado los niveles de violencia, acoso, amenaza y hostigamiento en las escuelas y en los colegios…

El gran interrogante que se presenta en las diarias charlas entre profesores, docentes o maestros gira alrededor del que se debe hacer, como actuar y como prevenir esta dramática “herramienta de poder” que se viene acrecentando en las instituciones de educación…

Sin ser la última palabra en el tema de prevención, dejo a ustedes queridos profesores, algunas herramientas que seguramente en algo o en parte, y ojalá fuese así, mejoraran la sana convivencia de los niños en su entorno escolar…

Este escrito pretende facilitar al profesorado y a las familias una serie de orientaciones para la atención de aquellos chicos que está sufriendo acoso por otros escolares, de modo que los interesados puedan intervenir con eficacia en esas situaciones.

Asimismo, es propósito el servir de ayuda a los centros educativos para prevenir y detectar este tipo de conductas.

La eficacia de estas orientaciones y actuaciones requiere el compromiso de toda la comunidad educativa en beneficio de un adecuado clima escolar y la erradicación de este tipo de manifestaciones en los centros educativos.


¿En qué consiste el acoso escolar?

El acoso escolar es la intimidación y el maltrato entre escolares de forma repetida y mantenida en el tiempo, casi siempre lejos de la mirada de personas adultas, con la intención de humillar y someter abusivamente a una persona indefensa por parte de una persona acosadora o de un grupo mediante agresiones físicas, verbales y sociales con la consecuencia de temor psicológico y rechazo grupal.

¿Cuáles son sus características?

Es un tipo de violencia difícil de identificar. Permanece oculta casi siempre para las personas adultas, pero es bien conocida por el alumnado.

El acoso puede ser físico, psicológico o relacional.

Debe existir intencionalidad de hacer daño por parte de la persona o grupo que agrede.

Se aprecia una reiteración de los comportamientos abusivos a lo largo del tiempo.

Hay desequilibrio y abuso de poder que impide que la persona acosada pueda salir por sí misma de la situación.

Se acosa a alguien por tener un rasgo característico personal o peculiar (alumnado recién incorporado, de otra cultura, con defecto o un aspecto físico diferente…), o por cualquier otra razón.

Quien lo sufre está en situación de inferioridad y tiene como consecuencia un deterioro en su integridad y sentimientos de inseguridad.

¿En qué lugares suele ocurrir?

Durante el recreo y patios en la fila en baños, pasillos, en el aula, cuando la profesora o el profesor se vuelven al tablero para dar una explicación. Mientras se atiende a alguna alumna o alumno.

En los cambios de clase

En el comedor

En el transporte escolar

A la entrada o salida del centro

En el exterior del colegio o escuela

A través del móvil  o celular mensajes, llamadas anónimas…

Por Internet, a través de redes sociales, chat y correo electrónico.

¿Cuáles son las señales de alerta?

Características – síntomas – indicadores

DE QUIEN RECIBE EL  HOSTIGAMIENTO O ACOSO

Faltas de asistencia recurrentes.

Ausentismo grave.

Descenso del rendimiento escolar.

Dificultad de concentración.

Sentimientos de culpa.

Aceptación de responsabilidad de los hechos.

Síntomas depresivos:

Irritabilidad, insomnio, pesadillas, falta de apetito.

Apatía.

Conductas de ataque. Agresividad, bajo autocontrol.

Conductas de huida y evitación.

Síntomas somáticos de ansiedad: 

Síntomas gastrointestinales, malestar generalizado, cansancio y rigidez

Síntomas psicológicos y emocionales de ansiedad

Inquietud, nerviosismo, pesimismo, aprensión, sensación de tensión, fatigabilidad...

Miedo, síntomas de pánico: (temblores, palpitaciones, sensación de ahogo…)

Miedo a la pérdida de control.

Miedo a estar solo o sola.

Indefensión.

Ideas autolíticas, amenaza de suicidio e intento de suicidio.

Aislamiento con respecto a sus iguales.

Negación de los hechos o incongruencias.

Labilidad emocional: 

Llanto incontrolado, respuestas emocionales extremas.


EN QUIEN O QUIENES ACOSAN, HOSTIGAN O MALTRATAN...

Agresividad verbal y física.
Insultos.
Amenazas.
Bajo autocontrol.
Impulsividad.
Conducta violenta.
Abuso de poder.
Acoso psicológico.
Acoso sexual.
Agresiones contra la propiedad.
Lenguaje corporal: Miradas y gestos de rechazo.
Coacciones.

EN EL GRUPO DE PARES O IGUALES...

Colaboran en el acoso.
Graban agresiones.
Las aprueban con su presencia.
Refuerzan la conducta de quien acosa.
Ignoran y aíslan.


¿CÓMO REACCIONA LA PERSONA ACOSADA?

Se puede responder de diferentes formas al acoso: 

Con ataque o evitación/huida. La persona acosada puede reaccionar de varias maneras, dependiendo del tiempo que lleven repitiéndose las agresiones y cómo afronte el acoso.

Desde responder agresivamente hasta mostrar indefensión. Una respuesta agresiva se puede cometer como respuesta a una situación reiterada de maltrato.

Respuesta agresiva: Reacciona de forma violenta al acoso, aunque queda habitualmente en inferioridad de condiciones cuando se defiende.

Respuesta pasiva: Susto e indefensión. A veces queda al margen porque tiene dificultades para ganarse el apoyo de las demás personas.

Llamadas de atención: Provoca o fastidia, después se queja cuando otras personas le responden.

Papel cómplice: Adopta el rol de víctima para conseguir aceptación y popularidad (“Payaso” de la clase).

Cambios de rol: Imita la conducta de quien acosa o de quien recibe el acoso, según las circunstancias.

Asimismo, en general, cuando se den las siguientes señales, en las que pueda estar enmascarada una vivencia de acoso:

Agresiones, insultos, amenazas, maltrato, humillaciones, coacciones, aislamiento, robos, agresiones contra la propiedad, etc.

INTERVENCIÓN...


FALSAS CREENCIAS 
(Puntos que pueden ser contraproducentes)  
                                        
“No es para tanto”  
                                                               
“Son cosas de niños”                                                    
           
“Son niñadas o cosas de la edad”

“Son tonterías”

“Niño…¡No de quejas!”

“Esta familia se toma el caso de forma exagerada”

“Dramatizan la situación”

“La familia sobreprotege al alumno o alumna”

Este alumno o alumna se “Mete diaria y continuamente en problemas”.

“Tiene múltiples anotaciones en el observador o diario de control,  por responder de forma agresiva, tanto verbal como físicamente, al alumnado, y en alguna ocasión al profesorado”.

“Casi nunca viene y cuando lo hace, llega a golpear a los compañeros”

“Este alumno o alumna no es un santo, se lo ha buscado”.

“Tiene reacciones agresivas”.

“El colegio o la escuela está solo para enseñar”.

“Esto no tiene que ver con nuestro trabajo, demasiados estudiantes tengo en el aula para prestarle atención y dedicarme solo a este caso”.

“Hay que convencer a la familia de que no ocurre nada en el colegio o escuela, para que no se alarmen”.

“No vamos a preocuparnos, seguramente no es una situación de acoso escolar”.

“Pueden solucionar el problema solos o entre sus familias”.

“Es un problema de la familia, en la casa tienen problemas familiares”.

“Esas situaciones ya se han dado en la escuela o en el colegio con anterioridad y no se han evaluado como acoso, como matoneo u hostigamiento, ¡Están exagerando!”.

“Pueden solucionar el problema solos o entre sus familias”.

“Es un problema de la familia, en la casa tienen problemas familiares”.

“Están cuestionando mi trabajo, como si no tuviera más que hacer”.

“Juzgan mi forma de actuar ante el caso”.

“Los casos de acoso, violencia u hostigamiento no son culpa del colegio o escuela”.

“La familia o acudientes no han venido al colegio o escuela a decir lo que les está pasando y, sin embargo, llaman o ponen la queja a otras entidades sin que lo sepamos, parece como que aquí no hacemos nada”.

“Siempre han ocurrido estas cosas, se pelean y al día siguiente están  contentos y compartiendo”.

“Cuando les pides información, se contradicen los unos a los otros o no cuentan nada”.

“La familia está demasiado alarmada con la situación que vive el alumno o alumna”.

“Culpabilizan al colegio o la escuela, se comunican de manera inadecuada, se quejan reiteradamente y ya han tenido enfrentamientos con las otras familias en diversas ocasiones”.

“Es probable que sea acoso escolar, pero no vamos a hacer nada hasta confirmarlo”.

“Es mejor callarlo para no alarmar a las familias…”

“Son conflictos entre dos o más partes; pueden solucionarlo entre sí o bien sus familias deben ponerse de acuerdo”.

“El colegio o escuela no es el responsable de solucionar la situación de acoso”.

“La familia es muy conflictiva”.

“Sus compañeros y compañeras y el profesorado no valoran la situación como acoso escolar”.

“Sólo se burlan de él o ella, le ponen motes, apodos y muchas veces los profesores escuchan esto y no hacen nada por corregirlo”.

“La prevención y ayuda contra el acoso escolar y las familias nos cuestionan sobre las actuaciones que llevamos a cabo en el colegio o escuela”.

“La familia acude al colegio o la escuela de forma reiterada, y culpabiliza a los profesores de la situación de acoso del alumno o alumna, a la vez que se queja de “que no se está haciendo nada”.

CREENCIAS O INTERPRETACIONES ADECUADAS – 
Que mejoran la situación


“Hay que ponerse en el lugar de quien sufre”.

“El acoso existe, es necesario asumirlo, porque ignorarlo aumenta el sufrimiento del alumnado, de la familia y la gravedad del caso”.

“Las familias son diferentes; dependiendo de su propia historia familiar tienen una visión más angustiada de los hechos”. (Han sufrido acoso escolar, laboral, violencia de género, han tenido problemas con el colegio o la escuela).

“Culpabilizar de la situación a quien sufre acoso agrava su situación”.

“Hay que partir de la percepción subjetiva de la vivencia de sufrimiento del alumno o alumna”.

“Es responsabilidad del centro apoyar a quien sufre y a su familia, tanto en su desarrollo personal, como físico y social”.

Hay que escuchar a las familias y colaborar con ellas.

Tenemos que invertir más tiempo en actuar.

Debemos llenar el protocolo de actuación o de control u observador del colegio o escuela ante el acoso escolar.
Se trabaja por separado con cada una de las partes implicadas, tanto con el alumnado, como con las familias.
Las medidas que se aplican reducen el sufrimiento.

Se excluye la mediación en estos casos, pues suele generar más conflictos, hasta que se produzca el mismo equilibrio de poder entre las partes y cuando el daño ya haya sido reparado.

Ante el mismo hecho, un alumno o una alumna puede vivenciar una situación como acoso, y otro u otra no; por ello, hay que tener en cuenta las diferencias personales.

Los colegios o escuelas cuentan con el apoyo de profesionales capacitados para el manejo de estas situaciones. Se pueden aunar fuerzas para buscar soluciones inmediatas que paren el sufrimiento.

Se toman las medidas inmediatas recomendadas en  el colegio o escuela entre las partes y los padres colaboran sin restricciones en el caso.  

La familia reconoce que el centro hace lo que puede para ayudarlas.

SE DEBE ACTUAR EN…
Se atienden tanto los problemas de aprendizaje como los emocionales, porque éstos también afectan a su rendimiento.

Hay que tener en cuenta que el acoso no suele ser visible para las personas adultas. Es necesario tomar medidas preventivas inmediatas, aunque no se haya podido comprobar.

Se dan muestras de comprender su situación. Se intenta conocer su historia familiar, se las apoya.

Se tranquiliza a la familia. Se mantiene una comunicación frecuente y se le aportan soluciones.

Las reacciones agresivas y las conductas inadecuadas en el colegio o escuela pueden ser consecuencia de la vivencia de acoso que sufre.

Es necesario escuchar a quien sufre, ponerse en su lugar, y mostrar activamente nuestro apoyo.

Organizar el acompañamiento, tanto del alumnado como del profesorado.

Hay que valorar la posible situación como acoso aunque las respuestas sean agresivas en unas ocasiones  pasivas en otras.
  

¿CÓMO DEBE ACTUAR EL PROFESORADO?


CON QUIEN SUFRE EL ACOSO

• Escuchar y creer lo que cuenta quien padece el acoso.

• Ponerse en el lugar de la persona que sufre el acoso.

• Conocer sus sentimientos sobre la situación que sufre.

• Fomentar sentimientos de esperanza sobre la situación y manifestarle que se le ayudará.

• Mantener la confidencialidad.

• Ayudar en el proceso de reparación del daño y del perdón.

• Vigilar para que no se repitan esas situaciones.

• Nombrar a una profesora o profesor para garantizar el acompañamiento, tutor o tutora afectiva...


CON LA FAMILIA DE QUIEN SUFRE EL ACOSO

• Tranquilizar.

• Apoyar (deben sentir el acompañamiento del profesorado, evitando que sientan impotencia o
indefensión).

• Ponerse en el lugar de la familia de la persona que padece esta situación.

• Convencer sobre las medidas más adecuadas para la situación.

• Informar a las familias de la existencia de:

- Dispositivos de ayuda.

- Pautas de intervención familiar.

- Medidas para detener la situación de acoso dentro y fuera del colegio o escuela

• Transmitir que la responsabilidad de detener la situación de acoso es colectiva (profesorado, familia, alumnas y alumnos, otros profesionales).

• Mantener la comunicación sobre las medidas que se van adoptando y sus resultados.

• Atenuar los sentimientos de culpa sobre la situación y no fomentar la carga de responsabilidades (ni hacia los integrantes de esa familia ni hacia la persona que ejerce la violencia y su familia).

CON QUIENES PRACTICAN EL ACOSO


 • Hablar por separado con cada una de las personas implicadas.

• Seguir el método de no inculpación.

• Mantener la confidencialidad (se ha obtenido la información de otras fuentes).

• Fomentar la responsabilidad de reparar el daño causado.

• Promover que se comprometa a solucionar la situación.

• Buscar la participación del alumno o de la alumna en la búsqueda de soluciones.

• No implicar y evitar nombrar a quien sufre el acoso.

• Realizar un seguimiento con cada alumna o alumno implicado durante varias semanas.


CON EL GRUPO DE PARES QUE OBSERVAN LOS CASOS DE VIOLENCIA


• Hablar con cada una de las partes por separado, manteniendo la confidencialidad.

• Elegir ayudantes de grupo.

• Fomentar la práctica de actividades grupales de prevención del acoso escolar.

• Promover la responsabilidad del alumnado para comentar al profesorado las agresiones y la colaboración, tanto ante las situaciones de acoso como para la reparación del daño.

¿QUÉ DEBE EVITAR EL PROFESORADO EN SU ACTUACIÓN?

Quitar importancia a las manifestaciones del alumnado

Debe evitarse el decir cosas como: 

“Son cosas de niños”, “No es para tanto”..."No seas quejumbroso" "Por algo sería" "Como siempre usted metido en problemas de golpes"

Procurar no minimizar, ni ignorar las quejas del alumnado

Conviene detectar el acoso y actuar inmediatamente cuando nos informen de esas situaciones, recordando que nuestra conducta es un ejemplo a seguir. Si no nos damos cuenta de lo que ocurre, podemos hacer pensar a nuestros alumnos y alumnas: “Lo ven y no hacen nada”

Evitemos esa falsa idea para no ser cómplices con esas conductas. Para el alumnado no es lo mismo sentirse escuchado que atendido.

Asignar la responsabilidad de los hechos a quien los padece

Debemos recordar y recalcar que la responsabilidad es siempre de quien ejerce las conductas de acoso, rechazando cualquier tipo de agresión y violencia.

Hacer pública la identidad del alumnado que sufre el acoso o la de la persona confidente

Es importante mantener la confidencialidad y actuar con discreción para evitar represalias.

Enfrentar a quien sufre con quienes agreden de forma directa

Debemos recordar que la persona acosada está en situación de desventaja. Conviene realizar las gestiones con sigilo y cautela para impedir nuevas revanchas, amenazas y agravios.

Reunir conjuntamente a las familias implicadas, convocándolas el mismo día y a la misma hora

Se recomiendan inicialmente las entrevistas por separado con cada una de las partes, hasta que sientan que el daño ha sido reparado.

Usar inicialmente la mediación entre iguales como herramienta de resolución del conflicto

Tengamos presente el desequilibrio de poder que impide a la persona acosada afrontar con garantías este proceso. Es posible, tras varias intervenciones, culminar un proceso de reparación del daño y acercamiento entre las partes.

Forzar artificialmente que alumnos y alumnas se pidan perdón, se den un beso, se den la mano…

La persona que sufre el acoso puede no tener disposición en ese momento para iniciar el proceso de reparación del daño.

Esperar a las medidas que se propongan desde el Servicio de orientación y/o comisión de  Ayuda contra el acoso escolar (Si lo existe)

Aunque la familia haya solicitado el asesoramiento o la participación de dicho Servicio, es necesario intervenir en el colegio  o escuela de forma inmediata, con medidas de protección y medidas educativas de prevención.

¿Qué procedimientos son indispensables ante una situación de acoso?
Siempre hay que prestar atención a lo que nos dice el alumnado y creer en la percepción subjetiva de la vivencia de sufrimiento del alumno o alumna, aunque no se haya podido contrastar o verificar. Hay que creer en lo que nos cuenta la persona que sufre y ponerse en su lugar.

Es necesario intervenir de forma inmediata, con la confianza de saber que si está ocurriendo, hemos hecho lo correcto y si no está sucediendo es un motivo o excusa para la prevención del acoso escolar, siempre desde la perspectiva de valorar las intervenciones como actividades educativas.

Somos las personas adultas, que conocemos la supuesta problemática, responsables de encauzar las respuestas y somos corresponsables de las consecuencias de proceder con negligencia sin tomar medidas inmediatas individuales.

Se debe garantizar la confidencialidad, pues la información debe trascender sólo al profesorado implicado en la situación.

No deben comentarse las medidas con las otras partes, ni con las otras familias. Los documentos deben conservarse en los expedientes y custodiar todas las comunicaciones.

El profesorado debe tomar medidas educativas y de protección inmediatas. Es preciso acometer esas medidas, independientemente de que haya denuncias de las familias en la policía o en la Fiscalía o policía de menores.

Cuando sea oportuno, se deben adoptar medidas cautelares, que no son contradictorias con las medidas educativas propuestas por el Servicio. Por lo tanto, pueden realizarse ambas simultáneamente.

Es imprescindible tener en cuenta que la forma de intervenir varía según la historia familiar. Algunas familias están más sensibilizadas con los casos de acoso (familias que hayan sufrido acoso laboral o violencia de género, que hayan tenido una comunicación inadecuada con el colegio o escuela, que tengan creencias religiosas muy arraigadas…)

En todo caso, se tendrán en cuenta los siguientes aspectos relevantes relacionados con el acoso escolar y con la convivencia:

GARANTÍAS


De conformidad con lo establecido en la legislación sobre protección de datos de carácter personal, los colegios o escuelas y los docentes garantizarán la confidencialidad de los datos personales y de cualquier otra información que pudiera afectar a la imagen y dignidad personal de cualquier miembro de la comunidad educativa y de la propia institución educativa.

Todas las conductas que supongan incumplimiento de los deberes del alumnado deberán ser corregidas en el plazo más corto posible con medidas educativas relacionadas con la conducta a corregir…Por lo tanto, se hace imprescindible llevar el control y seguimiento del caso.

DERECHO AL RESPETO


La existencia de unas condiciones adecuadas de seguridad y salud en el colegio o escuela.

La confidencialidad de sus datos personales, sin perjuicio de las comunicaciones necesarias con la Administración educativa y la obligación que hubiere de informar a otros entes s o autoridades, en los casos así previstos.

Derecho a la manifestación de la discrepancia


1. El alumnado tiene derecho a la manifestación de la discrepancia ante decisiones o acontecimientos académicos relacionados con la vida escolar... 

Las discrepancias, cualquiera que sea su motivación, alcance y contenido, serán puestas en conocimiento de la dirección del colegio o escuela, para que adopte las medidas que correspondan si el caso así lo amerita.

2. El plan o manual de convivencia del colegio o escuela regulará el procedimiento que permita el ejercicio de este derecho.

La dirección del colegio o escuela pondrá en conocimiento del Consejo Directivo o Escolar los casos que deriven en una propuesta en este aspecto para que actúe como garante de su adecuado cumplimiento.

DEBER DE CONTRIBUIR A LA MEJORA DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR


El profesorado tiene el deber de contribuir a que las actividades del colegio o escuela se desarrollen en un clima de respeto, de tolerancia, de participación y de libertad para fomentar en el alumnado los valores de la ciudadanía democrática.

Es indispensable que el profesor no pierda la paciencia, no grite, humille, sentencie, amenace, excluya o ignore a algún estudiante.

MEDIDAS INMEDIATAS PREVENTIVAS SIMULTÁNEAS EN CASOS DE ACOSO U HOSTIGAMIENTO


Necesidad de comunicación fluida con las familias. Debe ser frecuente la comunicación de las medidas adoptadas a las familias a través del tutor o tutora.

Vigilancia por el profesorado a la entrada y salida del colegio o escuela y/o en los lugares donde suele ocurrir el acoso.

Acompañamiento de cada alumna o alumno que sufre, por varias compañeras o compañeros de su confianza, durante dos o tres semanas o hasta que desaparezca el sufrimiento, en cada uno de los cambios de clase, cuando se vaya al baño, en el recreo, a la entrada y salida del colegio o escuela, en el transporte o ruta… 

Las familias de las alumnas y alumnos que haya propuesto la persona acosada serán informadas por la tutora o el tutor, sobre esta medida educativa, sin facilitar datos concretos, haciéndoles comprender que no es una situación peligrosa y que está vigilada por el centro. 

Su labor es acompañar al compañero o a la compañera y comunicar al profesorado cualquier incidencia que ocurra.

Aportación de pequeñas indicaciones a las alumnas y alumnos ayudantes, ofreciendo tranquilidad, seguridad y confianza a la alumna o al alumno que acompañan. 

Las alumnas y alumnos acompañantes deben transmitir al profesorado cualquier incidencia. Si surgiera alguna dificultad deben abandonar el lugar, evitando enfrentamientos.


Acompañamiento y seguimiento diario por el profesor o profesora de confianza que cada alumna o alumno haya designado, por mayor empatía o cercanía comunicativa y afectiva.

Elección de dos o más ayudantes de grupo que puedan contribuir a que no se repitan esas situaciones, de modo que el alumnado sienta tranquilidad y seguridad dentro y fuera del colegio o escuela.

Elaboración de acuerdos con las familias para que entiendan que intentamos ayudar a cada una de las alumnas o alumnos implicados, con el objetivo de parar el sufrimiento y de intentar que esas situaciones no se repitan.

Realización de un seguimiento diario por parte del ente directivo, coordinador, profesor, orientador,  durante dos o tres semanas del alumno o de la alumna que sufre acoso y de quienes estén implicados.

Remisión de un documento del orientador u orientadora a la familia para que el personal médico de pediatría o de medicina familiar traslade al alumno afectado e involucrado, correspondiente a la Unidad de salud mental de su respectiva entidad prestadora ...

Realización de diversas actividades con el grupo o los grupos de quienes estén implicados en esas situaciones:

- Visionado de vídeos o películas con debate…

- Elaboración de un decálogo antiacoso

- Elección de ayudantes de grupo

- Divulgación de ideas falsas sobre el acoso escolar y contraste con las ideas adecuadas, de nuestros derechos y nuestras responsabilidades.

- Lectura comentada de cuentos.

- Organización de debates y acciones (arrugas en el papel: prevenimos las consecuencias del daño; clavos en la puerta: paramos los insultos)

- Revisión y organización del tiempo de recreo y patios…

Trabajo con cada una de las partes en el proceso de reparación del daño y de petición y aceptación del perdón, preguntándole a cada parte si está conforme en iniciar este proceso y la manera de compensarse el perjuicio ocasionado:

- Solicitud de disculpas en privado

- Petición de perdón ante el grupo

- Compromiso, ante toda la clase, de las alumnas y alumnos implicados de no incurrir de nuevo en esas conductas

- Reparación del daño según la fórmula decidida por la persona acosada (de acuerdo con sus necesidades)

- Realización de otras tareas para esa persona, para el grupo o para el centro

- Petición de disculpas a la familia de la persona acosada

- Revisión de dichos compromisos escritos durante varias semanas

- Prestación de ayuda en la búsqueda de alternativas ante las dificultades...


ÓSCAR AUGUSTO CAMPUZANO GARZÓN



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