¡NIÑO! NO GOLPÉES
A TU COMPAÑERO…¡VIOLENCIA NO!
FOLLETO PARA PROFESORES Y PADRES SOBRE ACOSO ESCOLAR…
El drama de hoy en las escuelas y en los
colegios...
Detección, identificación, intervención y prevención de este grave
problema…
Es
verdad que hoy en día se han disparado los niveles de violencia, acoso, amenaza
y hostigamiento en las escuelas y en los colegios…
El gran
interrogante que se presenta en las diarias charlas entre profesores, docentes
o maestros gira alrededor del que se debe hacer, como actuar y como prevenir
esta dramática “herramienta de poder” que se viene acrecentando en las
instituciones de educación…
Sin ser
la última palabra en el tema de prevención, dejo a ustedes queridos profesores,
algunas herramientas que seguramente en algo o en parte, y ojalá fuese así,
mejoraran la sana convivencia de los niños en su entorno escolar…
Este
escrito pretende facilitar al profesorado y a las familias una serie de
orientaciones para la atención de aquellos chicos que está sufriendo acoso por otros
escolares, de modo que los interesados puedan intervenir con eficacia en esas
situaciones.
Asimismo,
es propósito el servir de ayuda a los centros educativos para prevenir y
detectar este tipo de conductas.
La
eficacia de estas orientaciones y actuaciones requiere el compromiso de toda la
comunidad educativa en beneficio de un adecuado clima escolar y la erradicación
de este tipo de manifestaciones en los centros educativos.
¿En qué consiste el acoso escolar?
El acoso
escolar es la intimidación y el maltrato entre escolares de forma repetida y
mantenida en el tiempo, casi siempre lejos de la mirada de personas adultas,
con la intención de humillar y someter abusivamente a una persona indefensa por
parte de una persona acosadora o de un grupo mediante agresiones físicas,
verbales y sociales con la consecuencia de temor psicológico y rechazo grupal.
¿Cuáles son sus características?
Es un
tipo de violencia difícil de identificar. Permanece oculta casi siempre para las
personas adultas, pero es bien conocida por el alumnado.
El acoso
puede ser físico, psicológico o relacional.
Debe
existir intencionalidad de hacer daño por parte de la persona o grupo que
agrede.
Se
aprecia una reiteración de los comportamientos abusivos a lo largo del tiempo.
Hay
desequilibrio y abuso de poder que impide que la persona acosada pueda salir
por sí misma de la situación.
Se acosa
a alguien por tener un rasgo característico personal o peculiar (alumnado
recién incorporado, de otra cultura, con defecto o un aspecto físico diferente…),
o por cualquier otra razón.
Quien lo
sufre está en situación de inferioridad y tiene como consecuencia un deterioro
en su integridad y sentimientos de inseguridad.
¿En qué lugares suele ocurrir?
Durante
el recreo y patios en la fila en baños, pasillos, en el
aula, cuando la profesora o el profesor se vuelven al tablero para dar una
explicación. Mientras se atiende a alguna alumna o alumno.
En los
cambios de clase
En el
comedor
En el
transporte escolar
A la
entrada o salida del centro
En el
exterior del colegio o escuela
A través
del móvil o celular mensajes, llamadas
anónimas…
Por
Internet, a través de redes sociales, chat y correo electrónico.
Características – síntomas – indicadores
DE QUIEN RECIBE EL HOSTIGAMIENTO O ACOSO
Faltas
de asistencia recurrentes.
Ausentismo
grave.
Descenso
del rendimiento escolar.
Dificultad
de concentración.
Sentimientos
de culpa.
Aceptación de responsabilidad de los hechos.
Síntomas
depresivos:
Irritabilidad, insomnio, pesadillas, falta de apetito.
Apatía.
Conductas
de ataque. Agresividad, bajo autocontrol.
Conductas
de huida y evitación.
Síntomas
somáticos de ansiedad:
Síntomas gastrointestinales, malestar generalizado,
cansancio y rigidez
Síntomas
psicológicos y emocionales de ansiedad:
Inquietud, nerviosismo, pesimismo,
aprensión, sensación de tensión, fatigabilidad...
Miedo, síntomas
de pánico: (temblores, palpitaciones, sensación de ahogo…)
Miedo a
la pérdida de control.
Miedo a
estar solo o sola.
Indefensión.
Ideas
autolíticas, amenaza de suicidio e intento de suicidio.
Aislamiento
con respecto a sus iguales.
Negación
de los hechos o incongruencias.
Labilidad
emocional:
Llanto incontrolado, respuestas emocionales extremas.
EN QUIEN O QUIENES ACOSAN, HOSTIGAN O
MALTRATAN...
Agresividad
verbal y física.
Insultos.
Amenazas.
Bajo
autocontrol.
Impulsividad.
Conducta
violenta.
Abuso de
poder.
Acoso
psicológico.
Acoso
sexual.
Agresiones
contra la propiedad.
Lenguaje
corporal: Miradas y gestos de rechazo.
Coacciones.
EN EL GRUPO DE PARES O IGUALES...
Colaboran
en el acoso.
Graban
agresiones.
Las
aprueban con su presencia.
Refuerzan
la conducta de quien acosa.
Ignoran
y aíslan.
¿CÓMO REACCIONA LA PERSONA ACOSADA?
Se puede
responder de diferentes formas al acoso:
Con ataque o evitación/huida. La
persona acosada puede reaccionar de varias maneras, dependiendo del tiempo que
lleven repitiéndose las agresiones y cómo afronte el acoso.
Desde
responder agresivamente hasta mostrar indefensión. Una respuesta agresiva se
puede cometer como respuesta a una situación reiterada de maltrato.
Respuesta
agresiva: Reacciona de forma violenta al acoso, aunque queda habitualmente en
inferioridad de condiciones cuando se defiende.
Respuesta
pasiva: Susto e indefensión. A veces queda al margen porque tiene dificultades
para ganarse el apoyo de las demás personas.
Llamadas
de atención: Provoca o fastidia, después se queja cuando otras personas le
responden.
Papel
cómplice: Adopta el rol de víctima para conseguir aceptación y popularidad
(“Payaso” de la clase).
Cambios
de rol: Imita la conducta de quien acosa o de quien recibe el acoso, según las
circunstancias.
Asimismo,
en general, cuando se den las siguientes señales, en las que pueda estar
enmascarada una
vivencia de acoso:
Agresiones,
insultos, amenazas, maltrato, humillaciones, coacciones, aislamiento, robos,
agresiones contra la propiedad, etc.
INTERVENCIÓN...
FALSAS CREENCIAS
(Puntos que
pueden ser contraproducentes)
“No es
para tanto”
“Son
cosas de niños”
“Son niñadas
o cosas de la edad”
“Son
tonterías”
“Niño…¡No
de quejas!”
“Esta
familia se toma el caso de forma exagerada”
“Dramatizan
la situación”
“La
familia sobreprotege al alumno o alumna”
Este
alumno o alumna se “Mete diaria y continuamente en problemas”.
“Tiene
múltiples anotaciones en el observador o diario de control, por responder de forma agresiva, tanto verbal
como físicamente, al alumnado, y en alguna ocasión al profesorado”.
“Casi
nunca viene y cuando lo hace, llega a golpear a los compañeros”
“Este alumno o alumna no es un santo, se lo ha
buscado”.
“Tiene
reacciones agresivas”.
“El
colegio o la escuela está solo para enseñar”.
“Esto no
tiene que ver con nuestro trabajo, demasiados estudiantes tengo en el aula para
prestarle atención y dedicarme solo a este caso”.
“Hay que
convencer a la familia de que no ocurre nada en el colegio o escuela, para que
no se alarmen”.
“No
vamos a preocuparnos, seguramente no es una situación de acoso escolar”.
“Pueden
solucionar el problema solos o entre sus familias”.
“Es un
problema de la familia, en la casa tienen problemas familiares”.
“Esas
situaciones ya se han dado en la escuela o en el colegio con anterioridad y no
se han evaluado como acoso, como matoneo u hostigamiento, ¡Están exagerando!”.
“Pueden solucionar el problema solos o entre
sus familias”.
“Es un
problema de la familia, en la casa tienen problemas familiares”.
“Están
cuestionando mi trabajo, como si no tuviera más que hacer”.
“Juzgan
mi forma de actuar ante el caso”.
“Los
casos de acoso, violencia u hostigamiento no son culpa del colegio o escuela”.
“La
familia o acudientes no han venido al colegio o escuela a decir lo que les está
pasando y, sin embargo, llaman o ponen la queja a otras entidades sin que lo
sepamos, parece como que aquí no hacemos nada”.
“Siempre
han ocurrido estas cosas, se pelean y al día siguiente están contentos y compartiendo”.
“Cuando
les pides información, se contradicen los unos a los otros o no cuentan nada”.
“La
familia está demasiado alarmada con la situación que vive el alumno o alumna”.
“Culpabilizan
al colegio o la escuela, se comunican de manera inadecuada, se quejan reiteradamente
y ya han tenido enfrentamientos con las otras familias en diversas ocasiones”.
“Es
probable que sea acoso escolar, pero no vamos a hacer nada hasta confirmarlo”.
“Es
mejor callarlo para no alarmar a las familias…”
“Son
conflictos entre dos o más partes; pueden solucionarlo entre sí o bien sus
familias deben ponerse de acuerdo”.
“El colegio
o escuela no es el responsable de solucionar la situación de acoso”.
“La
familia es muy conflictiva”.
“Sus
compañeros y compañeras y el profesorado no valoran la situación como acoso escolar”.
“Sólo se
burlan de él o ella, le ponen motes, apodos y muchas veces los profesores
escuchan esto y no hacen nada por corregirlo”.
“La
prevención y ayuda contra el acoso escolar y las familias nos cuestionan sobre las
actuaciones que llevamos a cabo en el colegio o escuela”.
“La
familia acude al colegio o la escuela de forma reiterada, y culpabiliza a los profesores
de la situación de acoso del alumno o alumna, a la vez que se queja de “que no
se está haciendo nada”.
CREENCIAS O INTERPRETACIONES ADECUADAS –
Que mejoran la situación
Que mejoran la situación
“Hay que ponerse en el lugar de quien sufre”.
“El
acoso existe, es necesario asumirlo, porque ignorarlo aumenta el sufrimiento
del alumnado, de la familia y la gravedad del caso”.
“Las
familias son diferentes; dependiendo de su propia historia familiar tienen una visión
más angustiada de los hechos”. (Han sufrido acoso escolar, laboral, violencia
de género, han tenido problemas con el colegio o la escuela).
“Culpabilizar
de la situación a quien sufre acoso agrava su situación”.
“Hay que
partir de la percepción subjetiva de la vivencia de sufrimiento del alumno o alumna”.
“Es
responsabilidad del centro apoyar a quien sufre y a su familia, tanto en su
desarrollo personal, como físico y social”.
Hay que
escuchar a las familias y colaborar con ellas.
Tenemos
que invertir más tiempo en actuar.
Debemos llenar
el protocolo de actuación o de control u observador del colegio o escuela ante
el acoso escolar.
Se
trabaja por separado con cada una de las partes implicadas, tanto con el alumnado,
como con las familias.
Las
medidas que se aplican reducen el sufrimiento.
Se
excluye la mediación en estos casos, pues suele generar más conflictos, hasta que
se produzca el mismo equilibrio de poder entre las partes y cuando el daño ya
haya sido reparado.
Ante el
mismo hecho, un alumno o una alumna puede vivenciar una situación como acoso, y
otro u otra no; por ello, hay que tener en cuenta las diferencias personales.
Los colegios
o escuelas cuentan con el apoyo de profesionales capacitados para el manejo de
estas situaciones. Se pueden aunar fuerzas para buscar soluciones inmediatas
que paren el sufrimiento.
Se toman
las medidas inmediatas recomendadas en el colegio o escuela entre las partes y los
padres colaboran sin restricciones en el caso.
La
familia reconoce que el centro hace lo que puede para ayudarlas.
SE DEBE
ACTUAR EN…
Se
atienden tanto los problemas de aprendizaje como los emocionales, porque éstos
también afectan a su rendimiento.
Hay que
tener en cuenta que el acoso no suele ser visible para las personas adultas. Es
necesario tomar medidas preventivas inmediatas, aunque no se haya podido
comprobar.
Se dan
muestras de comprender su situación. Se intenta conocer su historia familiar,
se las apoya.
Se
tranquiliza a la familia. Se mantiene una comunicación frecuente y se le aportan
soluciones.
Las
reacciones agresivas y las conductas inadecuadas en el colegio o escuela pueden
ser consecuencia de la vivencia de acoso que sufre.
Es necesario
escuchar a quien sufre, ponerse en su lugar, y mostrar activamente nuestro
apoyo.
Organizar
el acompañamiento, tanto del alumnado como del profesorado.
Hay que
valorar la posible situación como acoso aunque las respuestas sean agresivas en
unas ocasiones pasivas en otras.
¿CÓMO
DEBE ACTUAR EL PROFESORADO?
CON
QUIEN SUFRE EL ACOSO
•
Escuchar y creer lo que cuenta quien padece el acoso.
•
Ponerse en el lugar de la persona que sufre el acoso.
•
Conocer sus sentimientos sobre la situación que sufre.
•
Fomentar sentimientos de esperanza sobre la situación y manifestarle que se le
ayudará.
•
Mantener la confidencialidad.
• Ayudar
en el proceso de reparación del daño y del perdón.
•
Vigilar para que no se repitan esas situaciones.
•
Nombrar a una profesora o profesor para garantizar el acompañamiento, tutor o tutora
afectiva...
CON LA FAMILIA DE QUIEN SUFRE EL ACOSO
•
Tranquilizar.
• Apoyar
(deben sentir el acompañamiento del profesorado, evitando que sientan
impotencia o
indefensión).
•
Ponerse en el lugar de la familia de la persona que padece esta situación.
•
Convencer sobre las medidas más adecuadas para la situación.
•
Informar a las familias de la existencia de:
-
Dispositivos de ayuda.
- Pautas
de intervención familiar.
-
Medidas para detener la situación de acoso dentro y fuera del colegio o escuela
•
Transmitir que la responsabilidad de detener la situación de acoso es colectiva
(profesorado, familia, alumnas y alumnos, otros profesionales).
•
Mantener la comunicación sobre las medidas que se van adoptando y sus resultados.
•
Atenuar los sentimientos de culpa sobre la situación y no fomentar la carga de responsabilidades
(ni hacia los integrantes de esa familia ni hacia la persona que ejerce la violencia
y su familia).
CON QUIENES PRACTICAN EL ACOSO
• Hablar
por separado con cada una de las personas implicadas.
• Seguir
el método de no inculpación.
•
Mantener la confidencialidad (se ha obtenido la información de otras fuentes).
•
Fomentar la responsabilidad de reparar el daño causado.
•
Promover que se comprometa a solucionar la situación.
• Buscar
la participación del alumno o de la alumna en la búsqueda de soluciones.
• No
implicar y evitar nombrar a quien sufre el acoso.
•
Realizar un seguimiento con cada alumna o alumno implicado durante varias semanas.
CON EL
GRUPO DE PARES QUE OBSERVAN LOS CASOS DE VIOLENCIA
• Hablar
con cada una de las partes por separado, manteniendo la confidencialidad.
• Elegir
ayudantes de grupo.
•
Fomentar la práctica de actividades grupales de prevención del acoso escolar.
•
Promover la responsabilidad del alumnado para comentar al profesorado las
agresiones y la colaboración,
tanto ante las situaciones de acoso como para la reparación del daño.
¿QUÉ DEBE EVITAR EL PROFESORADO EN SU
ACTUACIÓN?
Quitar importancia a las manifestaciones
del alumnado
Debe
evitarse el decir cosas como:
“Son cosas de niños”, “No es para tanto”..."No seas quejumbroso" "Por algo sería" "Como siempre usted metido en problemas de golpes"
Procurar no minimizar, ni ignorar las quejas
del alumnado
Conviene
detectar el acoso y actuar inmediatamente cuando nos informen de esas
situaciones, recordando que nuestra conducta es un ejemplo a seguir. Si no nos
damos cuenta de lo que ocurre, podemos hacer pensar a nuestros alumnos y alumnas:
“Lo ven y no hacen nada”.
Evitemos
esa falsa idea para no ser cómplices con esas conductas. Para el alumnado no es
lo mismo sentirse escuchado que atendido.
Asignar la responsabilidad de los hechos a
quien los padece
Debemos
recordar y recalcar que la responsabilidad es siempre de quien ejerce las
conductas de acoso, rechazando cualquier tipo de agresión y violencia.
Hacer pública la identidad del alumnado
que sufre el acoso o la de la persona confidente
Es
importante mantener la confidencialidad y actuar con discreción para evitar
represalias.
Enfrentar a quien sufre con quienes
agreden de forma directa
Debemos
recordar que la persona acosada está en situación de desventaja. Conviene
realizar las gestiones con sigilo y cautela para impedir nuevas revanchas,
amenazas y agravios.
Reunir conjuntamente a las familias
implicadas, convocándolas el mismo día y a la misma hora
Se
recomiendan inicialmente las entrevistas por separado con cada una de las
partes, hasta que sientan que el daño ha sido reparado.
Usar inicialmente la mediación entre
iguales como herramienta de resolución del conflicto
Tengamos
presente el desequilibrio de poder que impide a la persona acosada afrontar con
garantías este proceso. Es posible, tras varias intervenciones, culminar un
proceso de reparación del daño
y acercamiento entre las partes.
Forzar artificialmente que alumnos y
alumnas se pidan perdón, se den un beso, se den la mano…
La
persona que sufre el acoso puede no tener disposición en ese momento para
iniciar el proceso de reparación del daño.
Esperar a las medidas que se propongan
desde el Servicio de orientación y/o comisión de Ayuda contra el acoso escolar (Si lo existe)
Aunque
la familia haya solicitado el asesoramiento o la participación de dicho
Servicio, es necesario intervenir en el colegio
o escuela de forma inmediata, con medidas de protección y medidas educativas
de prevención.
¿Qué procedimientos son indispensables
ante una situación de acoso?
Siempre
hay que prestar atención a lo que nos dice el alumnado y creer en la percepción
subjetiva de la vivencia de sufrimiento del alumno o alumna, aunque no se haya
podido contrastar o verificar. Hay que creer en lo que nos cuenta la persona
que sufre y ponerse en su lugar.
Es
necesario intervenir de forma inmediata, con la confianza de saber que si está
ocurriendo, hemos hecho lo correcto y si no está sucediendo es un motivo o
excusa para la prevención del acoso escolar, siempre desde la perspectiva de
valorar las intervenciones como actividades educativas.
Somos
las personas adultas, que conocemos la supuesta problemática, responsables de encauzar
las respuestas y somos corresponsables de las consecuencias de proceder con
negligencia sin tomar medidas inmediatas individuales.
Se debe
garantizar la confidencialidad, pues la información debe trascender sólo al
profesorado implicado en la situación.
No deben
comentarse las medidas con las otras partes, ni con las otras familias. Los
documentos deben conservarse en los expedientes y custodiar todas las
comunicaciones.
El
profesorado debe tomar medidas educativas y de protección inmediatas. Es
preciso acometer esas medidas, independientemente de que haya denuncias de las familias
en la policía o en la Fiscalía o policía de menores.
Cuando
sea oportuno, se deben adoptar medidas cautelares, que no son contradictorias
con las medidas educativas propuestas por el Servicio. Por lo tanto, pueden
realizarse ambas simultáneamente.
Es
imprescindible tener en cuenta que la forma de intervenir varía según la
historia familiar. Algunas familias están más sensibilizadas con los casos de
acoso (familias que hayan sufrido acoso laboral o violencia de género, que
hayan tenido una comunicación inadecuada con el colegio o escuela, que tengan
creencias religiosas muy arraigadas…)
En todo
caso, se tendrán en cuenta los siguientes aspectos relevantes relacionados con
el acoso escolar y con la convivencia:
GARANTÍAS
De
conformidad con lo establecido en la legislación sobre protección de datos de
carácter personal, los colegios o escuelas y los docentes garantizarán la confidencialidad
de los datos personales y de cualquier otra información que pudiera afectar a
la imagen y dignidad personal de cualquier miembro de la comunidad educativa y
de la propia institución educativa.
Todas
las conductas que supongan incumplimiento de los deberes del alumnado deberán
ser corregidas en el plazo más corto posible con medidas educativas
relacionadas con la conducta a corregir…Por lo tanto, se hace imprescindible
llevar el control y seguimiento del caso.
DERECHO AL RESPETO
La
existencia de unas condiciones adecuadas de seguridad y salud en el colegio o
escuela.
La confidencialidad
de sus datos personales, sin perjuicio de las comunicaciones necesarias con la
Administración educativa y la obligación que hubiere de informar a otros entes s
o autoridades, en los casos así previstos.
Derecho a la manifestación de la
discrepancia
1. El
alumnado tiene derecho a la manifestación de la discrepancia ante decisiones o
acontecimientos académicos relacionados con la vida escolar...
Las
discrepancias, cualquiera que sea su motivación, alcance y contenido, serán
puestas en conocimiento de la dirección del colegio o escuela, para que adopte
las medidas que correspondan si el caso así lo amerita.
2. El
plan o manual de convivencia del colegio o escuela regulará el procedimiento que
permita el ejercicio de este derecho.
La
dirección del colegio o escuela pondrá en conocimiento del Consejo Directivo o Escolar los
casos que deriven en una propuesta en este aspecto para que actúe como garante
de su adecuado cumplimiento.
DEBER DE CONTRIBUIR A LA MEJORA DE LA
CONVIVENCIA ESCOLAR
El
profesorado tiene el deber de contribuir a que las actividades del colegio o
escuela se desarrollen en un clima de respeto, de tolerancia, de participación
y de libertad para fomentar en el alumnado los valores de la ciudadanía democrática.
Es indispensable
que el profesor no pierda la paciencia, no grite, humille, sentencie, amenace,
excluya o ignore a algún estudiante.
MEDIDAS INMEDIATAS PREVENTIVAS SIMULTÁNEAS
EN CASOS DE ACOSO U HOSTIGAMIENTO
Necesidad
de comunicación fluida con las familias. Debe ser frecuente la comunicación de
las medidas adoptadas a las familias a través del tutor o tutora.
Vigilancia
por el profesorado a la entrada y salida del colegio o escuela y/o en los
lugares donde suele ocurrir el acoso.
Acompañamiento
de cada alumna o alumno que sufre, por varias compañeras o compañeros de su
confianza, durante dos o tres semanas o hasta que desaparezca el sufrimiento, en
cada uno de los cambios de clase, cuando se vaya al baño, en el recreo, a la
entrada y salida del colegio o escuela, en el transporte o ruta…
Las
familias de las alumnas y alumnos que haya propuesto la persona acosada serán
informadas por la tutora o el tutor, sobre esta medida educativa, sin facilitar
datos concretos, haciéndoles comprender que no es una situación peligrosa y que
está vigilada por el centro.
Su labor es acompañar al compañero o a la
compañera y comunicar al profesorado cualquier incidencia que ocurra.
Aportación
de pequeñas indicaciones a las alumnas y alumnos ayudantes, ofreciendo
tranquilidad, seguridad y confianza a la alumna o al alumno que acompañan.
Las alumnas
y alumnos acompañantes deben transmitir al profesorado cualquier incidencia. Si
surgiera alguna dificultad deben abandonar el lugar, evitando enfrentamientos.
Acompañamiento
y seguimiento diario por el profesor o profesora de confianza que cada alumna o
alumno haya designado, por mayor empatía o cercanía comunicativa y afectiva.
Elección
de dos o más ayudantes de grupo que puedan contribuir a que no se repitan esas
situaciones, de modo que el alumnado sienta tranquilidad y seguridad dentro y fuera
del colegio o escuela.
Elaboración
de acuerdos con las familias para que entiendan que intentamos ayudar a cada
una de las alumnas o alumnos implicados, con el objetivo de parar el
sufrimiento y de intentar que esas situaciones no se repitan.
Realización
de un seguimiento diario por parte del ente directivo, coordinador, profesor,
orientador, durante dos o tres semanas
del alumno o de la alumna que sufre acoso y de quienes estén implicados.
Remisión
de un documento del orientador u orientadora a la familia para que el personal
médico de pediatría o de medicina familiar traslade al alumno afectado e involucrado, correspondiente a la
Unidad de salud mental de su respectiva entidad prestadora ...
Realización
de diversas actividades con el grupo o los grupos de quienes estén implicados
en esas situaciones:
- Visionado
de vídeos o películas con debate…
- Elaboración
de un decálogo antiacoso
- Elección
de ayudantes de grupo
- Divulgación
de ideas falsas sobre el acoso escolar y contraste con las ideas adecuadas, de
nuestros derechos y nuestras responsabilidades.
- Lectura
comentada de cuentos.
- Organización
de debates y acciones (arrugas en el papel: prevenimos las consecuencias del
daño; clavos en la puerta: paramos los insultos)
- Revisión
y organización del tiempo de recreo y patios…
Trabajo
con cada una de las partes en el proceso de reparación del daño y de petición y
aceptación del perdón, preguntándole a cada parte si está conforme en iniciar
este proceso y la manera de compensarse el perjuicio ocasionado:
- Solicitud
de disculpas en privado
- Petición
de perdón ante el grupo
- Compromiso,
ante toda la clase, de las alumnas y alumnos implicados de no incurrir de nuevo
en esas conductas
- Reparación
del daño según la fórmula decidida por la persona acosada (de acuerdo con sus
necesidades)
- Realización
de otras tareas para esa persona, para el grupo o para el centro
- Petición
de disculpas a la familia de la persona acosada
- Revisión
de dichos compromisos escritos durante varias semanas
- Prestación
de ayuda en la búsqueda de alternativas ante las dificultades...
ÓSCAR AUGUSTO CAMPUZANO GARZÓN
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